NUESTRO CUERPO

Un día bajó un Ángel a la tierra en forma de mendigo, se acercó a la casa de un zapatero y le dijo: “Hermano , hace tiempo que no como y me siento cansado, aunque no tengo ni una sola moneda quisiera pedirte que me arreglaras mis sandalias para poder seguir caminando” El zapatero le respondió : ” Yo soy muy pobre y ya estoy cansado de que todo el mundo venga a pedir y nadie venga a dar “. El Ángel le contesto: “Yo puedo darte lo que tú quieras”. El zapatero le pregunto: ¿ Dinero inclusive? El Ángel le respondió: ¿Yo puedo darte 10 millones de dólares, pero a cambio de tus piernas? Al oír esto el zapatero dijo: “¿ Para qué yo quiero 10 millones de dólares si no voy a poder caminar, bailar, moverme libremente? Entonces el Ángel le replicó: “Está bien, te podría dar 100 millones de dólares, a cambio de tus brazos”, El zapatero le contestó: ¿Para qué yo quiero 100 millones de dólares si no voy a poder comer solo, trabajar, jugar con mis hijos? Entonces el Ángel le volvo a preguntar. ”En ese caso, yo te puedo dar mil millones de dólares a cambio de tus ojos”. El zapatero asustado respondió: ¿ Para qué sirven 1000 millones de dólares a cambio si no voy a poder ver el amanecer, ni a mí familia y mis amigos, ni todas las cosas que me rodean? Entonces el Ángel le dijo.” ¡Ah hermano mío!, ya ves que fortuna tienes en tu cuerpo y no te das cuenta.